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lunes, 2 de abril de 2012

Adiós a las ayudas para adquirir un terminal

Las subvenciones para renovar nuestro móvil tienen los días contados.

Las sospechas se han hecho ciertas y las cifras han salido a la luz: Con las subvenciones para la adquisición del esperado iPhone, sacado a la venta en septiembre del 2011, la compañía ha generado unas pérdidas de 1300 millones de dólares debido a las subvenciones enfocadas a su difusión. La realidad consiste en que sin estas ayudas concedidas por parte de la compañía a los futuros propietarios del iPhone, se habrían vendido la mitad de ejemplares, los cuales alcanzaron un número de ventas de 1,8 millones de móviles de Apple en los meses de octubre y noviembre del pasado año.

Teléfono antiguo en la playa

El porcentaje económico destinado en España a las subvenciones para terminales supone una preocupación para las grandes compañías como Movistar, Vodafone y Orange, con la explicación de que mientras en nuestro país estas ayudas suponen un 26,6% del total de sus ingresos, el resto de Europa aporta un 17,2%. Lo que no han incluido en su explicación es que somos el país europeo con las tarifas más caras en telefonía y navegación por Internet.

Con el comienzo de la semana el día lunes 27 de febrero de 2012, se pone fin a la subvención para terminales, tras el anuncio por parte de Telefónica de haber eliminado dichas ayudas. Acto seguido, sus gigantes compañeras de mercado, Vodafone y Orange, no han ocultado tampoco su intención de reducir gastos con la eliminación de cierto tipo de ayudas para adquirir un terminal, debido a que existía una fuerte preocupación por los gastos que esta política generaba, hasta el punto de haber llegado a ser "insostenible y sangrante" para su actividad económica, según palabras propias.

Debido a las pérdidas ocasionadas por la creación de los conocidos programas de puntos, o bien a las activaciones de línea o cambio de operador con promociones, compañías como Vodafone han intentado equilibrar estos gastos enfocados al mantenimiento de clientes con un alargamiento del periodo de permanencia, pasando a ser de 18 a 24 meses; dicho en otras palabras, intentan equilibrar sus donaciones con un pago obligatorio más alargado para el cliente

Esta decisión de terminar con las subvenciones para la adquisición de terminales según Telefónica, o bien de racionalizar los gastos de promociones disminuyendo las ayudas a los propietarios a la hora de hacerse con un nuevo terminal según Vodafone, encuentra su explicación definitiva en la conciencia que han tomado las compañías telefónicas de la pérdida que ha supuesto la subvención generada para Smartphone y tabletas, cubierta por las ganancias generadas en un año de 1,6 millones de media para una compañía líder.

Mientras los gigantes de la telefonía definen estas ayudas como sangrantes y suicidas, nosotros podemos afirmar que esta nueva política genera un nuevo concepto de la telefonía móvil en España, ya que el encarecimiento del terminal será progresivo, de tal manera que los usuarios deberán pagar un importe cada vez más elevado por su nueva adquisición. Es decir, los sangrados económicamente a partir de ahora van a ser los usuarios.

Se va a producir un cambio de forma paulatina y progresiva, consistente en sustituir la política de adquirir un dispositivo por el programa de puntos o gracias a promociones en la creación de un alta nueva, por la estrategia de obligar a los usuarios a pagar cada vez más por sus terminales.

Todo esto se debe a que, como se ha explicado brevemente en este artículo, las cuentas no salen en las grandes compañías telefónicas, por lo que a partir de ahora el cliente tendrá que pagar más e ingeniarse sus cuentas para llegar a fin de mes, o bien aguantar con su terminal unos cuantos meses más...

Una cosa está clara, y es que muy poca gente puede adquirir un terminal con un importe de 700€, al mismo tiempo que las compañías necesitan popularizar sus nuevos productos, para lo que la rebaja de precios resulta una política básica en su objetivo...

Quizás esta nueva estrategia de generar más ganancias de las que ya consiguen acabe por dar salida a las pequeñas compañías que ofrecen tarifas mucho más competitivas y adaptadas a las necesidades reales del cliente. Estamos ante una crisis de ideas, y muchos conceptos están en juego, entre ellos el abuso del gigante (Movistar, Orange, Vodafone) que se come al pequeño (Yoigo, Eroski móvil, Jazztel, Ono...).

Veremos a ver qué pasa.

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