Desde finales de mayo y principios de junio, en España es posible navegar con nuestros teléfonos móviles y smartphones a velocidades 4G, velocidades que teóricamente son capaces de ofrecer cifras de bits por segundo realmente sorprendente (superiores a 100 Mbit/s).
Lo cierto es que en realidad si conseguimos navegar a 35 ó 45 Mbit/s ya nos podemos dar con un canto en los dientes, pero para poder conseguir navegar a esta velocidad es necesario que se den una serie de circunstancias que a continuación os explicaremos.
Exigencias de la tecnología 4G
Por lo tanto, si queremos poder navegar a velocidades 4G necesitaremos:
- Un teléfono móvil compatible con la tecnología 4G o con las llamadas redes LTE (Long Term Evolution), tecnología que actualmente solo es soportada por teléfonos de alta gama como el iPhone 5, el Samsumg Galaxy S4, el LG G, el Sony Xperia Z1 o el Motorola RAZR HD.
- Ser de un operador móvil que ofrezca tecnología 4G como Movistar. Vodafone, Orange o Yoigo. De momento los operadores virtuales de telefonía móvil no ofrecen 4G.
- Encontrarnos en una zona en la que nuestro operador tenga cobertura 4G. De momento esta tecnología solo está desplegada en las grandes ciudades aunque los operadores tienen intención de ir cubriendo cada vez más zonas.
- Que nuestro teléfono móvil disponga de una SIM preparada para soportar 4G, son las SIM denominadas USIM.
Tarifas 4G
Todos los operadores de telefonía móvil incluyen de forma gratuita el 4G en algunas de sus tarifas:
- Yoigo incluye 4G gratuitamente en todas sus tarifas.
- Movistar lo incluye en las tarifas Movistar 20, Móvil Total y Fusión.
- Vodafone en las tarifas YU, RED y Base (en Vodafone aunque el servicio es gratuito, es necesario solicitar su activación para poder disfrutar del 4G).
- Orange lo ofrece en las tarifas Canguro 45 y Canguro 50, así como en aquellas tarifas con cuotas mensuales superiores a 23 euros.
Problemas del 4G
En nuestra opinión, el problema de navegar a 4G es que los bonos de datos de 1 Giga, e incluso los de 4 Gigas, se van a consumir muy rápidamente y sin que nos demos cuenta. De manera que para seguir navegando a una velocidad razonablemente aceptable, los consumidores nos vamos a ver en la necesidad de contratar bonos adicionales, y eso siempre y cuando las operadoras de telefonía móvil no empiecen a cobrar por el tráfico extra, lo que sin duda sería mucho peor.
Otro problema del 4G es la escasa cobertura actual del servicio, aunque previsiblemente esta circunstancia irá mejorando paulatinamente a medida de que las operadoras vayan desplegando la tecnología en sus estaciones base de telefonía móvil.
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